Plantas, accesorios, artesanía y más en Feria de Emprendedores de Puerto Varas

El pasado sábado se celebró la primera feria de emprendedores post-pandemia del Club Deportivo Social y Cultural Inmaculada Concepción. Para varios de los 45 emprendedores fue la primera vez que lograban presentar sus productos de forma presencial tras la emergencia sanitaria.

Ximena Galindo es secretaria del Club Deportivo y una de las organizadoras de esta feria. Galindo cuenta que solían realizar hasta 3 ferias al año, con presencia de más de 90 emprendedores. Pero esta es la primera que realizan desde el inicio de la pandemia. Por lo que “es como empezar de cero”. Y comentó que desde el club también tienen programada una feria de emprendedores navideña y una fiesta con temática ochentera, para este año.

De hobbie en la pandemia a emprendimiento establecido

Con dedicación y cariño, dos jóvenes trabajadores, se decidieron a emprender en plena pandemia con “Rangipun Jardín”. Pedro (enfermero) y Víctor (chef), se encantaron con las suculentas y su gran variedad de formas y colores. Con el tiempo adquirieron más y más plantas. En enero de este año, empezaron a hacer sus primeros arreglos de suculentas, en tacitas o pocillos con figuras decorativas.

Se publicaron en redes sociales, y lograron una buena recepción. Y se dieron cuenta de que podría ser una buena fuente de ingresos, ya que el trabajo de Víctor se encontraba cerrado. Fue entonces cuando se dispusieron a aprender sobre las suculentas y sus cuidados. Además de visitar las ferias e invernaderos de la zona.  Y empezando a adquirir grandes cantidades de suculentas.

Se dispusieron a trabajar en el segundo piso de su hogar, que se encontró en algún momento “invadido por las suculentas”. Finalmente decidieron ampliarse y crear un pequeño invernadero al costado de su hogar. En el que además reciben a clientes si las condiciones sanitarias lo permiten.

Enfoque de reciclaje

Ahí todo cambio, y empezaron a hacer arreglos más grandes, trabajando con madera. Y también un nuevo enfoque de reciclaje, sobre todo con las botellas de plástico, creando maceteros envueltos en arpillera para reutilizarlas. También reutilizan los troncos que encontraban ya derribados en el bosque. Realizando maceteros con esa madera. Además de reutilizar otros desechos como las bandejas de plumavit o plástico de ciertos alimentos para criaderos de suculentas. Lindos arreglos, una gran variedad de maceteros pintados a mano, y una gran variedad de suculentas, comunes y raras son parte de la propuesta de” Rangipun Jardín”. Pedro cuenta que “tratamos siempre de ir innovando, aumentando la producción y teniendo cosas bonitas para la gente”.

Orfebrería con cuero reciclado

“VK Leather Art” es un emprendimiento familiar de la artista visual Valentina Kowaleczko , en el cual trabajan con cuero pintado a mano. Según Kowaleczko “la idea es dar una propuesta de diseño y colorido diferente a lo que generalmente uno ve acá en la zona”.

Parte del cuero con el que trabajan es reciclado, por lo que el ingenio y la creatividad juegan un papel importante al decidir como utilizar los diferentes retazos que reciben de este material. Llevan dos años emprendiendo, pero con la pandemia debieron dejarlo en pausa. Y hoy buscan volver con fuerza a esta innovadora propuesta.  

Moda en tendencia

Por otro lado, en el rubro de la moda y el estilo está “Antu, Moda y Accesorios”. Angélica Oyarzo cuenta que con el retiro del primer 10% de su AFP se decidió a emprender. Los productos son confeccionados por su prima en Santiago. Entre ellos hay estilos muy variados, por ejemplo, en pandemia, se decidieron por buzos y ropa cómoda. Y hoy dan prioridad a los vestidos de verano y enteritos. Esta es la primera vez que participa de un evento presencial. Y para la emprendedora ha resultado una muy buena opción para acceder a otro público, por ejemplo, quienes no usan redes sociales.

Orientado a trabajadores de la salud

En febrero de este año, buscando emprender y también distraerse, Yenifer creó su emprendimiento “Algo Bonito”. Y quedó sorprendida con el buen recibimiento que tuvieron sus productos. Gracias a su profesión como técnico en enfermería, le resultó mucho más sencillo darse a conocer al equipo médico. En general los productos y uniformes, como gorros clínicos y porta-credenciales que ofrece en el emprendimiento están orientados a trabajadores de la salud. Sin embargo, también han resultado útiles para otros rubros. Como peluqueras, asesoras de hogar, personas con enfermedades, como cáncer, y un público variado en general.

Luppiciernaga

Constanza Luppichini es profesora de historia. Y en 2019 comenzó a emprender en arcilla polimérica. Decidió estudiar y creó “Luppiciernaga”. Hoy, además de trabajar con este material, es profesora certificada para una marca de arcilla polimérica.

El día que realizó su primera feria, fue el segundo día del estallido social. Luego, con el encierro, decidió capacitarse digitalmente con Sence. Y gracias a eso, hoy maneja su emprendimiento con las diferentes redes sociales. “Comenzó como un hobby, pero luego hice mi emprendimiento. Me arriesgué y crucé el río, y me ha ido muy bien”. Señala la artista, que comparte el tiempo entre su trabajo formal, ser mamá y trabajar en el emprendimiento en su hogar.

La orfebre cuenta que le gusta la arcilla polimérica porque es muy versátil, permitiendo generar creaciones de estilos y técnicas variados. En cuanto a relieve, texturas, colores, brillos, e incluso, piezas que brillan en la oscuridad.

Su padre, Mauricio Luppichini también es un artista, conocido en la zona. Quien gracias a un fondo capital semilla, pudo comprar una máquina de tallado laser. Dedicándose a realizar grabados, tablas de cocina, grabados en acrílico para restaurantes, y decoraciones. Entre otros productos que su hija le ayuda a dar a conocer.

Redacción: Manuela Barrueto

Fotografías: Manuela Barrueto