Organizaciones preocupadas por indicaciones a proyecto que busca prohibir explotación de Turberas y Pomponales

El proyecto de Ley de protección de Turberas y Pomponales nace desde la gestión de más de un centenar de organizaciones socioambientales. Los activistas apoyados por diferentes parlamentarios lograron llevar la iniciativa hasta el Congreso. Pero hoy, las organizaciones se encuentran preocupadas por las últimas indicaciones ingresadas a este proyecto en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.

Las indicaciones, fueron ingresadas por diversos parlamentarios, e incluso, ciertos alcances provienen directamente del Gobierno de Chile, y fueron firmadas por el Presidente de la República.

Según Juan Carlos Viveros, coordinador general de Defendamos Chiloé, una de las organizaciones impulsoras del proyecto, las indicaciones contradicen totalmente el espíritu de la iniciativa, ya que se basan en permitir la explotación de turberas a pequeñas comunidades rurales.

“Introducen un concepto que es falso, de que se podría hacer una extracción sustentable de este recurso”, asegura Viveros. Es una noción que los científicos y las más de 170 organizaciones que apoyan este proyecto rechazan.

Normativa vigente

Dentro de la legislación actual ya existe una regulación que busca garantizar la protección del “Pompón”, o Sphagnum magellanicum, pero según las organizaciones no es efectiva. El Decreto N°25 del Ministerio de Agricultura, que data del año 2017, efectivamente dispone medidas para la protección del musgo.

La normativa establece una serie de requisitos para su cosecha y corte. Además, ordena que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) debe llevar una lista actualizada de los predios de cada región respecto de los cuales existe plan de cosecha autorizado.

Al respecto, Viveros señala que “pasa lo mismo que pasa con los otros sectores industriales en Chile que explotan el medio ambiente. No hay fiscalización, no hay normativas suficientes, y no hay tecnología”.

El activista agrega: “nosotros detectamos que de la gente que se dedica a la explotación del Pompón y las Turberas en su mayoría no cumplen con ese decreto 25, que es el que lo regula. Por ejemplo, en un año en Chiloé hay entre 20 y 15 planes de explotación aprobados. Pero en la realidad hay 900 casos de extracción”.

La importancia de estas especies

En una carta abierta a los parlamentarios del país, la organización se refirió a las importantes funciones ecosistémicas que cumplen estas especies. Allí señalan que de acuerdo a los datos disponibles, nuestro país alberga cerca de 3,1 millones de hectáreas de turberas, que desde el fin de la última glaciación han almacenado cerca de 1,2 billones de toneladas de carbono. Lo que equivale a lo que Chile emitiría durante 99 años, considerando las emisiones totales del país.

A ello agregan que las turberas además contienen enormes reservas de agua. De hecho, sólo en la región de Aysén, existirían “más de 10 billones de metros cúbicos de agua dulce almacenados en esos ecosistemas”.

Transición justa

Lejos de reiterar en el tipo de propuestas que buscan regular la explotación de las turberas, para las organizaciones, como relata Viveros, la solución es explorar otras aristas. “Lo que tiene que pasar ahí es que tiene que haber un plan de gobierno de re-conversión laboral. Tiene que haber un plan de transición justa, por ejemplo”, asegura el activista.

Viveros agrega que no es responsabilidad de los activistas resolver los problemas que el Estado ha generado. Sin embargo, la visión de las organizaciones es que precisamente se podría “destinar ciertos fondos a través de una política pública para que esa gente pueda aprender a desarrollar otras actividades. O para que potencie la actividad primaria de la cual viven”

Esto porque según lo que han podido observar, quienes se dedican a la extracción de las turberas, en general se ocupan en ello como actividades secundarias. “no es la fuente principal de ingresos de prácticamente nadie en Chiloé en las otras regiones”. En el archipiélago, por ejemplo, calculan que son alrededor de 300 personas quienes participan de esta actividad extractiva.

A futuro

Por ahora las organizaciones están atentas a lo que suceda en la primera semana de marzo. Ya que es entonces cuando la actual Comisión de Medio Ambiente analizará las indicaciones que han cuestionado.

Posteriormente lo retomará la nueva Comisión de Medio Ambiente que formarán los congresistas electos. Por lo que, al no saber como quedará conformado este nuevo espacio, el futuro del proyecto es, en ese sentido, incierto. Lo que si sabemos, señala Viveros, es que “el Gobierno que asume dice que va a ser el primer Gobierno ecologista de Chile”.

“Tenemos sabido por declaraciones del mismo Presidente electo y de la futura ministra que van a ser un Gobierno ecologista, donde el tema climático va a ser fundamental. Así que eso nos deja a nosotros buenas esperanzas y buenas expectativas para lo que viene”, señala el activista.

“Los llamamos a apoyar estas iniciativas que nacen de las comunidades socioambientales de los territorios afectados, las comunidades indígenas y científicas. Cuando todo este tejido socio-ambiental, de la sociedad civil se une para decirle a un Gobierno que ese es el camino, no cabe duda de que es el camino necesario”.

Juan Carlos Viveros, coordinador general de la organización Defendamos Chiloé

Llaman a nuevo Gobierno a escuchar al tejido socio-ambiental

Sobre lo mismo, Viveros realizó un llamado al Presidente electo, a la nueva ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, y a los parlamentarios del sur de Chile. “Los llamamos a apoyar estas iniciativas que nacen de las comunidades socioambientales de los territorios afectados, las comunidades indígenas y científicas. Cuando todo este tejido socio-ambiental, de la sociedad civil se une para decirle a un Gobierno que ese es el camino, no cabe duda de que es el camino necesario”.

Redacción: Manuela Barrueto
Fotografías: Sag