Estudiantes de Universidad Santo Tomás piden rebaja de aranceles por no existir clases presenciales debido a la pandemia.

No creemos que sea justo que los propios estudiantes sean quienes deban sustentar los costos de la actual crisis sanitaria. Se nos han ido muchos alumnos. Unos 800 han abandonado sus carreras, porque no pueden trabajar – y, por ende- tampoco pueden pagar sus estudios”, recalcó el vocero estudiantil, Paulo Paredes.

Para nadie es un misterio que las condiciones de vida, de sociabilidad y de producción económica cambiaron, dando un vuelco de 180 grados. De un día para otro, estamos sumidos en una total incertidumbre.

La crisis sanitaria, que cumple ya casi 9 meses, no sólo ha afectado a las economías locales, también ha repercutido fuertemente en las familias. Muchos hogares han aplazado compromisos financieros- donde incluso- han decidido abandonar los estudios, porque sencillamente, no alcanza el presupuesto.

En esto se incluye lo que sucede con miles de alumnos de enseñanza superior de la capital regional. Muchos han continuado pagando sus estudios, pese a que las clases presenciales han desaparecido, iniciando con un régimen académico, casi autodidacta.

El objetivo de la movilización

Los alumnos de la Universidad Santo Tomás, están movilizados, como protesta, ante la nula respuesta que han tenido por parte de las autoridades académicas. Su petitorio es la rebaja de aranceles. Esto luego que los estudiantes determinarán que no se justifica un monto igual a años anteriores, siendo que no hay clases presenciales.

El vocero de la Federación de estudiantes de la UST, Paulo Paredes, específico que la casa de estudios no ha dado luces de una solución. Insiste que se hace necesario una medida de presión, para que las autoridades del centro universitario sintonice con las necesidades del estudiantado.

“No hemos tenido una respuesta positiva durante todo el año. Ellos lamentablemente tienen sus lineamientos institucionales, y están tratando de entregar beneficios sanitarios, pero bajo lo conveniente para ellos. Tampoco nos han hecho parte de la discusión de lo que estamos solicitando, que en resumen es una rebaja de los aranceles”, detalló Paredes.

El vocero de la federación de estudiantes de la UST consideran injusto que se les esté cobrando el arancel como si estuvieran asistiendo a clases. Indicó que la institución académica tiene escusas para continuar con el cobro total de los aranceles. Algunas de las carreras, como derecho tienen un costo anual de 3 millones de pesos. En el caso de administración de empresas su arancel llega al millón 600 mil pesos.

“No creemos que sea justo que los propios estudiantes sean quienes deban sustentar los costos de la actual crisis sanitaria. Se nos han ido muchos alumnos. Unos 800 han abandonado sus carreras, porque no pueden trabajar – y, por ende- tampoco pueden pagar sus estudios”, racalcó el vocero estudiantil.

Beneficios para todos.

Paredes insistió que, si la casa de estudios les brinda la opción a estudiantes nuevos, a optar a beneficios otorgados por ellos, por qué no es posible que los alumnos antiguos sean favorecidos. Especialmente, por la compleja situación que vive la comunidad.

“Nos parece irresponsable por parte de la universidad que no otorgue beneficios a todos los alumnos, ya que la crisis nos ha afectado a todos. Es por esta razón que hemos salido a manifestar nuestra disconformidad. También hacernos presentes con los estudiantes y decirles que aquí estamos para entablar esta discusión con las autoridades. Esto fue un compromiso asumido por la federación, mandatado por todo el alumnado”, concluyó Paulo

El representante, agregó que esta poca empatía por parte de la universidad Santo Tomás ha generado el descontento del alumnado. Motivo que provocó, durante esta semana, las manifestaciones y el haber hecho pública esta situación.