Aguas en Disputa: El Silencio de los Humedales de Puerto Montt

En una ciudad donde el agua cae generosa del cielo, los conflictos por su gestión y la supervivencia de los humedales develan una realidad compleja y desatendida. No es la falta de legislación, es la gestión y el seguimiento lo que nos falla. – Gladys Sánchez, consultora ambiental
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uerto Montt enfrenta una paradoja hídrica singular: a pesar de sus generosas precipitaciones, un 20 por ciento de su población urbana depende de camiones cisterna para su suministro de agua de septiembre a abril, y un 5 por ciento durante todo el año. El agua, que debería ser un recurso garantizado, se ha convertido en un bien escaso para muchos.

Gladys Sánchez, activista ambiental y directora de “Ambiente y Territorio”, ha dedicado más de 15 años a la protección de ecosistemas en Puerto Montt y sus alrededores. Destaca los múltiples desafíos ambientales de la región, desde la expansión inmobiliaria hasta la contaminación acuícola, reflexionando sobre estrategias de acción y educación para enfrentarlos. Esta situación subraya la difícil coexistencia entre el desarrollo económico y la preservación natural, reflejando una crisis ambiental profunda que trasciende lo regional y alcanza una dimensión nacional.

A pesar de sus generosas precipitaciones, un 20 por ciento de su población urbana depende de camiones cisterna para su suministro de agua de septiembre a abril, y un 5 por ciento durante todo el año.

A través de la “Agrupación por la defensa de los humedales, GAYI” y la “Red plurinacional de Humedales”, Sánchez ha participado en diversas acciones de defensa de estos ecosistemas.

 

Diagnóstico Regional: Entre Producción y Conservación

El perfil productivo del norte de la región de Los Lagos, centrado en la producción lechera y agrícola, contrasta con el sur, dominado por la acuicultura, especialmente la salmonicultura. “los problemas ambientales son comunes en toda la acuicultura”, explica Sánchez. La producción de mitílidos, aunque menor, conlleva efectos ambientales similares, afectando la biodiversidad y acumulando residuos sólidos en el fondo marino, lo que reduce los niveles de oxígeno y eleva la temperatura del agua. Esto causa fenómenos como la proliferación de algas y la reducción de zonas de semillero. Además, la contaminación por hidrocarburos y químicos es un problema grave, tanto en pequeñas fugas de motores fuera de borda como en grandes pérdidas de combustibles, mortalidad de peces, y otras sustancias de la industria salmonera, sanitaria (aguas servidas) y naviera.

La Crisis del Agua y la Urbanización

La cuarta terraza de Puerto Montt, que conecta con Puerto Varas, alberga los principales humedales de la ciudad, esenciales para la reserva de agua subterránea que abastece al 80% de la población urbana de Puerto Montt. La expansión inmobiliaria y la extracción de áridos están degradando esta área crítica, afectando la calidad de vida y el acceso al agua,.

La contaminación por material particulado en ciudades como Osorno y Puerto Montt refleja un severo problema ambiental. La calidad del aire en estas ciudades es una de las peores de Latinoamérica, superando incluso a Santiago, debido a la combinación de clima frío y un creciente número de vehículos.

La Lucha Judicial y la Fiscalización Medioambiental

Sánchez critica la gestión y fiscalización medioambiental actual, enfatizando la necesidad de aplicar correctamente las leyes existentes, como el Código de Aguas y la Ley de Bases del Medio Ambiente. “Nuestra legislación podría ser efectiva si se aplicara correctamente”, señala. Ejemplos como el largo camino judicial recorrido por la Fundación Gayi en defensa de los humedales destacan la importancia de la ejecución de las leyes. Sin embargo, incluso fallos históricos como el de la Corte Suprema en 2018 sobre el humedal Llantén no se han cumplido adecuadamente, en gran parte por la falta de voluntad de las autoridades.

La calidad del aire en estas ciudades es una de las peores de Latinoamérica, superando incluso a Santiago, debido a la combinación de clima frío y un creciente número de vehículos.

La Superintendencia de Medio Ambiente y el Servicio de Evaluación Ambiental están notablemente subdotados en la región, dificultando la participación ciudadana efectiva y la supervisión adecuada de proyectos.

La Educación Ambiental como Herramienta de Cambio

Sánchez subraya la importancia de la educación ambiental, tanto formal en escuelas como ciudadana, para asegurar que las comunidades comprendan el impacto de los permisos ambientales en su entorno. Observa una creciente sensibilidad entre los jóvenes, un signo positivo para el futuro.

Hacia un Futuro Sostenible: La Necesidad de Acción Colectiva

Un llamado a la acción colectiva y a una mayor colaboración entre inversores, organizaciones ambientales y el Estado es esencial. “Necesitamos mesas de trabajo y acción colectiva”, enfatiza Sánchez, proponiendo la implementación de inspectores ambientales comunitarios y el uso de tecnología para un monitoreo y gestión efectivos de los recursos, además de la necesidad de compromiso real de las actividades industriales con las comunidades en el territorio.