Las voces de la pandemia

Las voces de la pandemia: New York, Barcelona y Berlín

Prensa Elajitador.cl

Personas residentes hablan en exclusiva con elajitador.cl, Nos cuentan sus miedos, sus proyecciones y relatan el crudo día a día que se vive en los centros urbanos más azotados por la pandemia en el mundo.

Estados Unidos es uno de los países más golpeados por el Covid-19. Según la universidad de Johns  Hopkins, el virus lleva 572.587 contagios confirmados y 23.078 muertes. La ciudad de New York, epicentro de la crisis sanitaria, “opera a un 50%, se han cerrado parques, restaurantes, escuelas   Los operadores del transporte caen enfermos y con ello se reduce el funcionamiento de trenes, afectando el distanciamiento social entre los trabajadores que aún utilizan el transporte público para desplazarse por la ciudad”. Este es el  relato de Bryna Subherwal, empleada de Equality Now, una organización promotora de los derechos humanos de mujeres y niñas, en New York.   

En conversación exclusiva con elajitador.cl, Bryna nos explicó algunos de los alcances que esta pandemia ha tenido, hasta ahora, sobre la rutina de los habitantes de grandes ciudades de norteamerica “Se vive con una sensación ambigua, de grandes miedos. Sientes pánico por una misma y por los seres queridos ante el peligro de contagio y caer enfermo. Pero también, hay una incertidumbre por el futuro. Las cifras de desempleo son alarmantes.  Se habla que llegaremos a un 30% de desocupados” explica la norteamericana con un perfecto español.

La pandemia ha trastocado sus vidas en todos los sentidos, “llevar a un ser querido al hospital y no saber si lo volverás a verlo. Hace poco una amiga murió por coronavirus, todos los familiares y amigos asistimos a un funeral virtual. Por 15 minutos la vimos a través de una pantalla y luego entraron dos personas cuidadosamente equipadas y se llevaron el cuerpo. Eso fue su despedida”, nos cuenta, en referencia a los sentimientos que están procesando los estadounidenses, ante esta catastrófica pandemia.

Según tu evaluación, ¿qué crees que sucedió con uno de los países más ricos y modernos, que hoy presenta tasas elevadas de muertes y contagios?. Reflexiona un momento y nos comparte que “el virus nos ha golpeado más, por nuestra identidad cultural. El valor individual es tan importante, que los gobernantes no se atreven a imponer restricciones a la libertad individual. Hay gente que, en su individualismo, se sienten invulnerables y por lo mismo, acatar reglas que son útiles para la comunidad, las creen innecesarias”.

También apunta a la inconsistencia del gobierno. Nos invita a revisar en la prensa, las volteretas de Trump en cada una de sus declaraciones, “sus cambios repentinos de discurso, le está costando su popularidad. En principio; dijo, el virus era responsabilidad de los demócratas y sus políticas de migración. Más tarde, agregó que la pandemia afectaría a pocas personas. Con el correr de las semanas, sostuvo que Estados Unidos estaba preparado para afrontar lo que se venía. Aún cuando, ya en diciembre, los equipos de salud advertían sobre el colapso del sistema sanitario, una vez que el virus se propague por el país. Lo más decepcionante de esto, es que un presidente no sea honesto con su pueblo. Hubo negligencias, poca preparación; pero, sobre todo, falta de sinceridad en la información entregada” concluyó.

El relato desde España “Creo, que como muchos otros países, se tomaron decisiones tardías”.

“…No entiendo muy bien que ha pasado. Creí que lo que pasaba en China, en China se quedaba”, así inicia su conversación con nosotros Núria Olivella, empleada de una organización que desarrolla la agricultura y alimentación ecológica, en la ciudad de Barcelona. La española, nos explica que se ha entrado en una dramática fase. En los hospitales, están  optando por atender a aquellos que tienen más posibilidades de sobrevivir y, con el resto “he visto que se les entrega parches con morfina para hacerles más llevadera la muerte” indica.

Añade que se siente muy conmovida por las residencias de ancianos. “Ellos quedan abandonados, sus familiares no pueden llegar hasta allá y el personal sanitario no da abasto para darles atención”

En España, se toma su tiempo y nos explica, “la gente de la salud está desbordada. Tienen turnos de hasta de 12 horas. Ellos son nuestra primera línea. Faltan muchos materiales para que ejerzan adecuadamente su función. Los pacientes en riesgo de muerte son muchos y los equipos sanitarios están muy agotados psicológicamente”.

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He sabido, que en medio de esta dolorosa situación, a los pacientes críticos, se les permite, mediante el uso de una tablet, que tomen contacto, quizás por última vez, con sus familiares y seres queridos”, añade este aspecto de humanidad en medio de la difícil situación que nos relata.

Cuando le preguntamos sobre la gestión del Gobierno, nos compartió, que no se siente en condiciones de criticar a la administración de Sánchez, en lo referente al Covid-19;  pero, nos aclara con un tono de malestar “hay mucha tensión política entre el gobierno y las comunidades. Incontables discusiones, inconducente. Creo, que como muchos otros países, se tomaron decisiones tardías. Al menos en el empleo, el estado ha entregado subsidios a las empresas, de manera que, durante la pandemia, no existan despidos”



En Barcelona, el confinamiento es duro. “Estamos patrullados por las diferentes policías y desde el aire por drones. Nosotros somos del mediterráneo y el encierro nos ha afectado. Quienes más lo padecen son las personas que viven en pisos (departamentos) sin balcones o no reciben la luz de sol”. Pero, por otro lado, añade con voz de alegría,  “esta paralización dio paso a que los animales se vuelvan visibles en la ciudad; los barrios, de la montaña, oyen el cantar de los pájaros e incluso, en la costa, tuvimos la oportunidad de ver a dos delfines que se acercaron sin temor hasta la playa”.   

En Alemania en cambio

Según, la misma Universidad J. Hopkins, Alemania registra 128.208 contagios confirmados y 3.043 personas fallecidas, a causa del Covid-19. “Han existido oportunas medidas de control social y sanitario, permitiendo detectar a tiempo los casos infectados y desacelerar la propagación del virus. Esto se ve reforzada por la idiosincrasia y disciplina alemana”, este relato corresponde a Diego Osses, publicista chileno, que lleva años viviendo en Alemania. 

La presencia del virus en Alemania fue más tardía que en Italia y España, “lo que les permitió estudiar ambas crisis y actuar en base a lo aprendido, pero aún no se entra en la curva ascendente del brote, ya que su máxima expresión está prevista para finales de abril”, nos agrega el chileno, reforzando que Alemania aún no canta victoria con el desarrollo de la pandemia.

Nos hace el alcance que “la salud germana trabaja a toda máquina para habilitar y aumentar las salas de tratamiento intensivo y ampliar el uso de test para grupos sociales expuestos y vulnerables. Para la protección de choferes y fiscalizadores, por ejemplo, se decidió que el transporte público sea gratuito, mientras dure la cuarentena.”

“Los trabajos, en su mayoría suspendidos, están siendo ejecutados en forma remota. Mientras que aquellos, imposibles de ejercer bajo esta modalidad, el gobierno proporcionará una ayuda económica para subsidiar parte de los sueldos”, nos comparte estas medidas, haciendo una clara referencia a los privilegios de ser una de las potencias económicas.  

A pesar de las potencialidades de Alemania y el liderazgo de Angela Merkel,  Diego finaliza diciendo que “también hay criticas sobre el posible  manejo de las estadísticas, por parte del gobierno. En relación a contagios y muertes. A ello se suma que los sectores políticos de izquierda, también, temen que esta pandemia sea una oportunidad de la Canciller, para introducir políticas más liberales, destinadas a privatizar parte del sistema de salud alemán”.

Las voces de la pandemia: New York, Barcelona y Berlín. por Rousse G.