En quién crees Betty

¿En quién crees tú?

Sin lugar a dudas existen dos momentos en el día en que me brotan los pensamientos y se me ordenan las ideas.  Una, es cuando me ducho.  Mientras corre el agua de la llave se me aclara la mente y se me vienen las imágenes de lo que es y lo que me gustaría que fuera. 

No tengo grandes aspiraciones y aquellas que superan la imaginación…me provocan risa.  Supongo que en futuras vidas serán parte de mi cotidiano.  Quién sabe. Me gusta pensar que así será.

Tan sólo Betty

Hace un tiempo escribo en el ajitador.cl.  Tantas veces he llamado a personas para concretar entrevistas.  Todas ellas se muestran distantes.  Por mi nombre, por mi fotografía, por mi voz.  Yo que se.  Al parecer les causa extrañeza que me nombren como Betty.  Es extraño. La gente desconfía de nombres cortos. Nombres de caricaturas. 

Sin embargo aquellos apellidos que ornamentan las calles y avenidas. Los mismos que tantas veces hemos visto desfilar en tribunales. Explicar desfalcos al Estado o salidas de madre de esas que son difíciles de pronunciar…ya sea por la extensión de ceros de las cifras obtenidas de mala manera o por lo desajustadas y ofensivas palabras pronunciadas…No, esas personas no generan desconfianza.  Aquellos por ser ricos e influyentes se le perdonan sus concretas y reales equivocaciones, actos deshumanizados y cuanto condimento deseen agregar.

Bueno, yo me llamo Betty.  Así de corto y efímero.  Betty,  a secas.  Me dicen en el diario Betty Boom.  Tengo mis momentos buenos y malos.  Como todos y todas. 

Un mundo ideal (con tono de canción frente al espejo)

Mientras me enjabono pienso que tantas veces he quedado corta de noticias.  Se me viene la angustia al cuerpo cuando las horas pasan y no encuentro una información que merezca ser leída por ustedes.  Me llegan muchos comunicados de prensa.  De esos con logo de gobierno.  Repletos de noticias exitosas. 

Es extraño. Puede caer a pedazos nuestro territorio.  Pueden haber invasiones de extraterrestres, pero siguen figurando noticias de éxito del Gobierno.  Al texto, atiborrado de buenas nuevas se acompaña una foto, de rostros sonrientes.  Todas de frente a la cámara.  Todas iguales.  Todos abrazan al “beneficiario” celebrado su acto de bondad.  Es ahí donde se me cae el jabón, se me torna muy caliente el agua.  Es ahí donde siempre olvido aplicarme el acondicionador (antes llamado bálsamo) y me entra la rabia. 

Las bondades en cuestión

¿Cuando aprenderán que aquel ciudadano no es beneficiario de este regalo del Estado? Es su derecho.  Cada cosa que le entrega una autoridad es sólo la administración de los recurso del Estado Chileno.  Y esa autoridad está ahí por que nosotros mismos.  Sí, nosotros mismos.  Usted y yo, lo elegimos.  Le entregamos la orden de gobernar, por un tiempo determinado, el destino de nuestro país.  Ellos nos representan.  Si sale malo…pucha  no queda de otra que bancarsela…o demandar que endilgue su camino pueh.    

Pero cuando reclamamos…viene la represión.  Eres tachado de problemático.  De contestatario.  De violentista.  De terrorista.  De eso nos inundan la cabeza.  Nos hacen creer tantas mentiras.  Primero, que las autoridades están siempre contentas y todo les resulta perfecto.  Para que ahondar en ejemplos que claramente transitan por la otra vereda.  Nos hacen creer que nos dan regalos, por que son buenas personas. 

Es fácil ser bondadoso cuando lo que entregas son platas que no te pertenecen.  Ahí se pierde la responsabilidad en la administración.  Por ejemplo, si la plata que costara hacer esta famosa Estrategia Regional de Desarrollo saliera de los bolsillos de cada Consejero Regional o de su Jefe o Líder: el Intendente…¿ustedes creen que hubieran invertido 350 milllones?  Lo dudo tanto o más como lo que dudo en las sonrisas eternas de las fotos que acompañan estos comunicados. 

En quién crees…

Pongamos realidad. No sólo en nuestras palabras y en nuestras voces, sino también en lo que escribimos.  Si yo les preguntara ¿en quién creen? ¿qué me responderían?  Pienso en la gente que he conocido.  Aquellos que me han solicitado creerles. Aquellos que esquivan la mirada para no evidenciar su falta de trasparencia.  Aquellas que lloraron por un oscuro pasillo mientras mendigaban que les creyera.  ¿En quién crees tú Betty? …Claramente no cuenta mi familia.  Mi madre, mi hermana, mis hijas.  En ellas creo… aunque me mientan.  Creo en sus intenciones.

Entonces ¿En quién crees Betty?…

El agua se escurre, se va frente a mis ojos.  Vuelvo a la realidad.  Creo que entre tanto exitismo, buscaré aquella nota que en algo nos muestre.  Muestre nuestros dolores, nuestros llantos.  Algo que merezca que ustedes lean.  Merezcan su tiempo y merezcan sus realidades.

Olvidé decirles la otra instancia en que me vuelvo reflexiva…es cuando pico cebolla.  Pero de esos momentos les hablaré en otro texto.  Por lo pronto me espera un café y las notas que irán en el ajitador.cl…Nos vemos!!!

Betty Boom