De tormentas y esperanzas…

Se suman la preocupante disminución del empleo, especialmente entre las mujeres, y las deudas históricas pendientes en cuanto a la carrera funcionaria y el fortalecimiento del movimiento sindical.

E

n el vasto océano del mundo laboral, los trabajadores y trabajadoras se equiparán a marineros navegando en un mar agitado, perpetuamente expuestos a las tormentas y vicisitudes del clima laboral. Es por ello que, en este 1 de mayo, al conmemorar el Día Internacional del Trabajo, nos encontramos enfrentando la fuerza de las olas y los vaivenes tumultuosos de las mareas con coraje, esperanza y una reflexión profunda sobre una historia marcada por la tragedia y la lucha. Pero también lo hacemos aferrados a la convicción y la perseverancia, recordando a Clotario Blest, Emilio Recabarren, Tucapel Jiménez y tantos otros que nos antecedieron.

En este contexto, avanzamos contra el viento desafiante del barlovento, mientras nos enfrentamos al injusto despido de trabajadores de ENAP y a múltiples acusaciones de maltrato laboral en diversos servicios públicos. A ello se suma la preocupante disminución del empleo, especialmente entre las mujeres, y las deudas históricas pendientes en cuanto a la carrera funcionaria y el fortalecimiento del movimiento sindical.

En cambio, cuando el clima es benevolente y hay crecimiento económico y mayor productividad, aún nos cuesta comprender por qué no se refleja en los salarios de los trabajadores. Es comprensible entonces que la gente perciba como ajenos los indicadores macroeconómicos cuando su calidad de vida no mejora, lo que genera una creciente insatisfacción.

El desafío actual radica en transformar las palabras en acciones concretas, materializando el programa propuesto por el Presidente Gabriel Boric durante las elecciones de diciembre de 2021. Si bien valoramos la Ley de las 40 horas, que humaniza el empleo y prioriza la calidad de vida, aún consideramos que hay aspectos ambiguos que requieren clarificación.

Es por ello que, en este 1 de mayo, al conmemorar el Día Internacional del Trabajo, nos encontramos enfrentando la fuerza de las olas y los vaivenes tumultuosos de las mareas con coraje, esperanza y una reflexión profunda sobre una historia marcada por la tragedia y la lucha.

Mientras tanto, la tormenta más seria y profunda sigue siendo mejorar las pensiones, que en la actualidad resultan indignas y no reflejan el trabajo de las personas. Jubilar en Chile debería significar una transición digna, no un paso directo a la pobreza. Hoy, más que buenas palabras y saludos de los representantes políticos, los trabajadores necesitamos reformas que conduzcan a un sistema más justo y dignifiquen a nuestros adultos mayores, todos ellos trabajadores.

Estamos navegando en épocas tormentosas, donde el clima laboral se torna hostil y las tormentas parecen amenazar nuestra travesía. Sin embargo, como Anef Magallanes, seguimos avanzando con determinación, enfrentando los desafíos y buscando soluciones que beneficien a todos los trabajadores y trabajadoras. Nuestra fortaleza radica en la unidad y la participación activa, y eso quedó demostrado en la movilización del pasado 11 de abril, pues juntos somos capaces de superar cualquier obstáculo en el camino hacia un futuro laboral más justo y equitativo.

Por Evelyn Córdova. Presidenta Consejo Regional

Anef Magallanes.