En el mes de marzo de 2016, el vicealmirante en retiro Osvaldo Schwarzenberg autorizó el vertimiento de 9 mil toneladas de salmones muertos al mar, frente a la costa de Chiloé. El 2018 el caso fue trasladado desde la Corte de Apelaciones de Puerto Montt a Valparaíso. En la causa desformalizada, el hoy imputado está siendo investigado por el delito de prevaricación administrativa. Este jueves el Juzgado de Garantía de Valparaíso desestimó el sobreseimiento definitivo que solicitaba la Fiscalía. La solicitud del Ministerio Publico se sostiene en que no existen antecedentes para configurar el elemento de prevaricación.

Uno de los principales argumentos para ello es el antecedente de otra causa. En la cual los implicados fueron sobreseídos. El fallo data del año 2008, e involucra a funcionarios de Sernapesca que infringieron la Ley de Pesca. Sin embargo, la investigación apuntaba al delito de daño ambiental, y no prevaricación administrativa como en este caso.

El vertimiento de salmones debe llevarse a cabo de manera excepcional

La jueza de Garantía, Gigliola Devoto, afirmó que el vertimiento de desechos de pescados en el mar es algo que procede sólo de manera excepcional. Por lo tanto, para verificar si la autorización estaba o no conforme a derecho se debe analizar cuál fue la razón que justificó la decisión y los antecedentes e informes en los cuáles se basó. Informes que se debieran contrarrestar tanto entre sí, como con los otros que puedan existir en la investigación.

Además de conocer si existieron o no reuniones previas con organismos técnicos cómo señala la defensa. Y en su caso, en que términos sucedieron. También es necesario, agregó la magistrada, saber cuál fue el rol que cumplió Sernapesca, y el contenido de su informe. Además de conocer que fue lo que solicitaron los empresarios del salmón a la Directmar. También se debe establecer, afirmó la jueza, si la medida tomada fue justificada. Ya que de la biomasa, de salmones muertos, un 64% fue transformado en aceite o harina de pescado. Mientras que un 27% se depositó en zanjas sanitarias . Y no se sabe “a ciencia cierta”, por qué el 12% restante (9 mil toneladas) no pudo tener otro destino.

No se conocen, a ciencia cierta, las razones tras el vertimiento

La magistrada finalizó señalando que “lo anterior impide a esta sentenciadora acoger la petición de sobreseimiento definitivo. Porque no hay una certeza suficiente para estimar que la autorización que dio el director de Directemar para el vertimiento estaba debidamente justificada”. Cabe señalar que la comunidad científica se encuentra dividida con respecto a la responsabilidad del vertimiento en la catástrofe conocida como “Mayo Chilote”.

Recordemos que así se denomina el desastre ocurrido en 2016, donde millones de especies murieron, y cerca de 30 mil pescadores quedaron cesantes. Según el medio de comunicación Interferencia, el Ministerio de Economía convocó a una comitiva de científicos para determinar las causas de la catástrofe. La Comisión “Marea Roja” finalmente descartó cualquier relación entre ambos hechos.

Sin embargo, 5 años después, tal como recoge Interferencia fueron contradecidos por otros científicos. En un estudio elaborado por físicos y oceanógrafos franceses y chilenos señalaron que “Nuestro análisis muestra sistemáticamente que el vertimiento bien podría haber jugado un papel potenciador para la marea roja”.

Redacción: Manuela Barrueto

Fotografías: Sernapesca