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Centro i-mar contará con avanzada cámara hiperespectral para la detección temprana de mareas rojas

A partir del uso de un dron que cuenta con una cámara hiperespectral y un sistema de inteligencia artificial para el análisis de información, se podrá reconocer anticipadamente la floración de microalgas nocivas en el mar, causantes de la marea roja, a objeto de generar una alerta temprana para la contención de este fenómeno.

El proyecto

Este sistema está siendo desarrollado mediante un proyecto FONDEF. La iniciativa a cargo del doctor Daniel Varela, se denomina “Desarrollo de una herramienta tecnológica que permita el uso de huellas hiperespectrales oceánicas para la detección remota de algas nocivas (FAN)”.  

“Lo que hemos hecho hasta ahora es pasar por una etapa de compra de equipamiento. Y hacer las primeras observaciones de trabajo en terreno. En los próximos meses estaremos afinando la técnica de toma de imágenes y muestreo en el agua”, indicó el doctor Varela.

Método de trabajo

El método de trabajo consta básicamente de tres partes que serán complementadas. Primero, la cámara puesta en el dron tiene la capacidad de distinguir los colores en la superficie del mar. Las microalgas emiten un color de forma natural que es posible reconocer. Pero que no siempre está al alcance de la visión humana.

“Se llama hiperespectrales porque pueden ver en un número de bandas muy importante. Como referencia una cámara común y corriente puede ver en tres o cuatro bandas de color con las cuales componen una imagen. Los satélites pueden ver hasta unas 30-36 bandas espectrales. La cámara que estamos adquiriendo debiera estar del orden de más de 200 bandas de espectro. Por lo tanto, distinguiremos patrones que incluso la visión humana no puede ver”, explicó el investigador. 

Varela agregó que simultáneamente se realizan tomas de muestras del agua para identificar el tipo de microalga a partir del espectro de color que esta emite.

Finalmente, los datos recopilados serán ingresados a una biblioteca que contenga toda la información obtenida. Y con ayuda de la inteligencia artificial, un algoritmo identificará organismos en el agua solo con la captura de la imagen.

Proyecciones

El doctor Varela aclara que la idea es vincular la información recogida por la cámara, con la presencia de algas nocivas en el agua. Con ello se tendrá cientos de imágenes relacionadas con distintos tipos de algas y se usaran como un banco de comparación. Para cuando se tomen otras imágenes de este tipo. Luego, a través de un algoritmo computacional, reconocer patrones que sean distintivos de algunas algas.

“Queremos desarrollar un sistema de alerta temprana. Que permita ir reconociendo la presencia y distribución de estas algas con cierto nivel de anticipación. Un sistema para ser usado por empresas que desarrollan sus actividades en el agua. Incluso para los servicios públicos en el reconocimiento de áreas de riesgo. Podría ser un sistema intermedio entre una observación más amplia como hacen los satélites y las muestras puntuales de agua que tienen su costo en tiempo y recursos”, finalizó el investigador. 

Observatorio Marítimo Reloncaví aporta al desarrollo de 16 proyectos de investigación

Tras cuatro años de obtención de variables oceanográficas y meteorológicas, el Observatorio Marítimo Reloncaví (OMARE) ha significado una herramienta fundamental para la comprensión del ecosistema del Seno Reloncaví. Así lo evidenciaron los y las investigadoras que participaron del taller realizado el pasado jueves 20 de mayo, donde se dieron a conocer las investigaciones que se han estado desarrollando, a partir de los datos obtenidos por la boya oceanográfica, que se encuentra instalada en la zona central del Seno Reloncaví.

Los aportes

Durante el taller se presentaron en total 16 investigaciones, realizadas con los datos entregados por OMARE al Centro de Investigación i~mar de la Universidad de Los Lagos, así como a investigadoras/es de otras universidades e instituciones públicas y privadas, constituyéndose así en una plataforma de apoyo a la investigación científica del país. En esta labor también participan estudiantes tesistas de pre y postgrado, que trabajan con los datos aportados por el OMARE y sus investigadores, para llevar a cabo su formación académica.

En el contexto del taller, se destacaron investigaciones relacionadas con el comportamiento actual del clima en la Patagonia, reportándose con gran detalle el comportamiento del Vórtice Polar y su influencia en los periodos húmedos y secos que afectan esta región; Asimismo, la serie de fitoplancton y toxinas marinas y su relación con los eventos de Floración de Algas Nocivas (FAN) causantes de las mareas rojas y los altos niveles de coliformes fecales que se encuentran en nuestra costa, pudiendo alcanzar la posición de la boya en invierno.

Con este taller se da inicio a un nuevo ciclo catalogado Fase II de OMARE que se extenderá hasta el año 2025, marcado por una serie de mejoras que se llevarán a cabo a partir de convenios y que permitirán ampliar los horizontes de estudios, en el ecosistema del Seno Reloncaví.