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En medio de la crisis nace la solidaridad popular

En medio de la crisis.

[aux_quote type=”intro-splitter” text_align=”left” quote_symbol=”1″ title=”title” extra_classes=”custom-css”]Pescadores de la caleta de Carelmapu salieron de pesca para repartir sus frutos al pueblo.[/aux_quote]

[aux_dropcap style=”classic”]L[/aux_dropcap]a Minga es un concepto chilote lleno de solidaridad, un sistema que por milenios se emplea en los distintos lugares del territorio de las islas y que ha logrado sobrevivir a los tiempos modernos, a la tecnología, a la globalización.

Es el caso de la caleta de pescadores de Carelmapu, en la comuna de Maullín, que a pesar de la crisis sanitaria producto del Covid-19, la escasez de turistas y las restricciones sociales, existen personas y grupos que siguen creyendo en la comunidad y en el otro.

Los Pescadores de la caleta se unieron en cuadrillas para hacerse a la mar y recolectar mariscos e ir en ayuda de la población de Carelmapu, haciendo una Minga Solidaria con su gente. La iniciativa surge ante la crisis de la pandemia y los mínimos esfuerzos que han realizado el gobierno y la intendencia en ayuda de los más desposeídos.

Ana Victoria, comentó que es una alegría ver esta actividad llena de amor al prójimo. “Es hermoso ver como los pescadores de Carelmapu, regalaron los productos del mar, con el único afán de aportar un Granito de arena en esta crisis que vivimos. Con toda la alegría y generosidad de nuestra gente de mar saldremos de ésta situación”, señaló la mujer.

Cuatro embarcaciones zarparon en la madrugada de hoy para regresar alrededor de las 11 de la mañana cargados de los frutos marinos que serían repartidos con la comunidad de la caleta generando lazos de amistad, solidaridad y encuentro fraterno de los carelmapinos.

Los mariscos fueron regalados a diferentes familias que llegaron al sector de la caleta de pescadores con sus bolsas  y “Quiñes” para llevar el sustento a los hogares y paliar la falta de alimentos que abundan en las localidades más pobres de la región. La  naturaleza marina, siempre profusa con los hombres de mar, obsequió cerca de dos mil picorocos y 30 sacos de piures.

Si el tiempo lo permite y la mar no ruge con sus gigantes olas, la iniciativa se podría repetir el miércoles o jueves para repartir a las familias que no alcanzaron a recibir los frutos marítimos. La Minga fue un éxito para la comunidad, además de reunir al pueblo en solidaridad, fraternidad y un nuevo amanecer.

En medio de la crisis nace la solidaridad popular por Elajitador.cl